Allá vamos con otra película con la música como tema central y con Keira Knightley. Recuerdo haber querido verla desde que salió en cines, aunque creo que nunca supe muy bien cual era su tema central. Y tras dos años de su estreno, me hablaron de ella y la recordé, así que me dispuse a verla y no me ha decepcionado.
Por primera vez en mucho tiempo, he encontrado un personaje femenino que me gusta y me he visto algo identificada con ella. Y es algo raro en mí, porque suelen gustarme más los actores y los personajes masculinos, puede que por el hecho de que suelen ser más predominantes o carismáticos. Y me ha gustado mucho el personaje de Keira por su forma de sentir y transmitir ese sentimiento. Y no sólo su forma de sentir la música sino el resto del mundo. A veces creo que es una cualidad que sólo tienen los músicos porque la música puede hacerte ver las cosas de forma diferente.
Creo que es una película con una maravillosa simpleza pero que guarda un montón de detalles que no se pueden dejar escapar. Y entre ellos, la forma que tiene el personaje de Mark Ruffalo de imaginarse la música como pocas personas pueden. Y digo imaginarse porque ocurre literalmente así, Cuando vean la película lo entenderán, y esa es mi escena favorita.
Lo mejor de la película, la idea de que la música es más que un negocio. Es una forma de vida, un sentimiento, un valor y un regalo. Si olvidamos eso, perderemos la calidad musical que ya se está perdiendo en el mundo.
Mi puntuación: 7.5
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