Hoy hago una inclusión en el Blog de mi amiga para
adentraros en los títulos más sombríos y aterradores de la historia del cine.
Hoy vamos a adentrarnos en uno de los clásicos, con uno de los villanos del
cine más carismáticos y elocuentes, Hannibal Lecter.
El Silencio De Los Corderos está basada en la novela The
silence of the lambs de Thomas Harris, publicada en 1988. La película trata de
una joven estudiante del FBI, Clarice Starling (Jodie Foster) a la cual el jefe
de la organización, Jack Crawford (Scott Glenn) le da la misión de entrevistar
al preso Hannibal Lecter (Anthony Hopkins) con el fin de atrapar al brutal
asesino de mujeres Buffalo Bill.
Me disponía yo un sábado cualquiera a ver una película y descubrí en mi ordenador está joya del cine de terror y suspense que pese a mi admiración por este género nunca había visto. Sinceramente pensé que me iba a decepcionar porque todos sabemos que las altas expectativas son bastante traicioneras a la hora de ver una película, pero esta película me ha maravillado desde muchos puntos de vista diferentes que quiero compartir algunos con vosotros.
En primer lugar he de destacar la actuación de Anthony
Hopkins, que desde el primer momento se te hiela la sangre con su voz, sus
gestos, su mirada; en resumen una perfecta actuación de un sociópata y por el
que siento cierta empatía pese a su afición por la violencia extrema y el
canibalismo. Otro aspecto a destacar es la banda sonora, que se compone
básicamente de música clásica que se conjuga perfectamente con la escenografía
de la película. También resulta curioso como Hannibal Lecter capta la atención
de los espectadores y se queda en un segundo plano el antagonista Buffalo Bill.
He de decir que esta película no es para menores de 18 años
y/o personas sensibles puesto que tiene escenas muy explícitas y perturbadoras.
Mi puntuación: 9 (Creo que no llega al 10 porque ese lugar
está reservado para de lo bueno, lo mejor y de lo mejor lo superior) pero
merece muchísimo la pena sobre todo por adentrarse en la mente de Hannibal el
Caníbal.
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