Y por casualidad, haciendo zapping, encuentro una película que me llama la atención y decido verla. Y de repente se convierte en una de mis favoritas. Simplemente, porque guarda perfección en su sencillez, y eso es una gran cualidad a la que no puedo resistirme.
Es uno de esos film diferentes, raros, que no todo el mundo está dispuesto a ver. Además, combina humor y drama (aunque no un drama exagerado), presentándose tal y como la vida misma. Podemos vernos identificados en ella, porque, aunque no llegando a esos extremos, todos hemos sentido en algún momento lo mismo. En ocasiones, la vida nos desborda, creemos que no podremos más con ella, y que nadie nos entiende porque lo que estamos sufriendo es demasiado malo, complejo o difícil como para que alguien lo comparta con la misma intensidad.
Por otro lado, como muchas de las películas que me gustan, te da un toque de atención. Nos demuestra lo importante que es vivir la vida, porque al final se acabará, y que tenemos que encontrar aquello que nos haga feliz a nosotros y no a los demás. Siempre tendremos a alguien que nos ayude, que esté a nuestro lado para ayudarnos a levantarnos, pero al final, solo nosotros podemos decidir ser lo mejor que podamos ser.
Una de las cosas que más me gustó de la película es la forma en la que está grabada. Al ser una película estática, que transcurre en el mismo sitio, la forma de grabar le aporta dinamismo y hace que sea diferente a las demás.
Además, me gustó también el hecho de que los actores no sean conocidos, porque hace que la historia sea más pura (por decirlo de alguna manera).
Totalmente recomendada.
Mi puntuación: 9
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