Una vez más me dispongo a hablar de una de mis pelis favoritas (sí, tengo muchas), la cual considero perfecta, de la misma manera en que lo es "Pequeña Miss Sunshine", como ya comenté anteriormente. Esas películas que son perfectas porque no intentan serlo, y que están cargadas de sentimientos y realidad.
Lo mejor para mí, es la ruleta de emociones a las que te lleva la película, siendo capaz de reír de felicidad y tristeza, y de llorar de la misma manera. Hasta ahora no he encontrado a nadie al que no le haya gustado, y se la he recomendado a personas con gustos muy distintos entre sí, he incluso muy distintos a los míos.
Creo que el cine francés tiene una forma diferente de acercarte al mundo, de entender la realidad, tiene su propio ADN. No sabría cómo expresarlo, es como una visión poética de la vida, en ocasiones algo romántica. Cada película francesa que veo, me deja con un sabor "dulce", aunque narre la más triste de las historias.
Uno de los aspectos que más me gustaría resaltar de la película, es la muestra de la importancia que se le da a los estereotipos en el día a día y como podemos llegar a equivocarnos por su culpa, haciendo que nuestra vida fuese totalmente distinta.Trata de enseñarnos que las personas hay que conocerlas tal y como son, con sus tristezas y con sus alegrías, y que hasta la persona que más opuesta a ti creías que era puede enseñarte mucho, y pueden tener más en común de lo que pensabas.
Y finalmente, mención aparte se merecen los actores, cuya actuación no podría ser mejor ni intentándolo, porque es increíble. La sonrisa y el humor de Omar Sy, la forma de ser de François Cluzet y la capacidad que tienen ambos de mostrar todas las emociones que un ser humano pasa a lo largo de su vida, hace de esta, una pareja de 10. Por este motivo...
Mi puntuación: Un 10
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